Me encanta probar nuevas recetas, me gusta experimentar con sabores, pero lo que más disfruto es cuando me retan a preparar algo. Hace poco publiqué unas croquetas de zanahoria (si te las perdiste pincha AQUÍ) y mi amiga Rocío me propuso que hiciera unas de berenjena. No había probado antes, ni siquiera sabía el sabor que tendrían, así que decidí probar e inventar algo que al final resultó ser un éxito en casa (de hecho hice para todo el bloque y repartí unas pocas jajaja).
Pero además, quise innovar un
poco y hacerlas veganas, había leído sobre la bechamel de calabacín y me
resultó muy buena combinación, así que os dejo que seáis vosotros los que me
digáis si acerté o no.
Ingredientes:
Para el relleno:
·
1 berenjena
·
50 gr de cebolla
·
1 diente de ajo
·
Sal
·
Pimienta
·
4 cucharadas de aceite de
oliva
Para la bechamel de calabacín:
·
500 gr de calabacín
·
50 gr de cebolla
·
20 gr de aceite de oliva
·
80 gr de leche de soja (o
cualquier leche vegetal)
·
Sal
·
Pimienta
·
Nuez moscada
Para rebozar las croquetas:
·
Pan rallado
·
Leche de soja (o cualquier
leche vegetal)
·
Harina de trigo
Preparación
Lavamos la berenjena y la
troceamos en daditos pequeñitos. La salteamos en una sartén con el aceite
caliente durante unos 5 minutos a fuego medio.
Añadimos la cebolla bien picada y
el ajo picadito también. Salpimentamos al gusto y mezclamos todo bien. Tapamos y
dejamos que se hagan las verduras hasta que estén blanditas (moviendo de vez en
cuando). Reservamos una vez listo.
Para hacer la bechamel pelamos el
calabacín y lo troceamos en daditos. Lo ponemos en una sartén con el aceite y
salteamos.
Agregamos la cebolla bien
picadita y salteamos unos 8 minutos.
Añadimos la leche, la sal, la
pimienta y la nuez moscada y dejamos que se cocine al menos 15 minutos.
Trituramos bien con una batidora
o en una procesadora hasta que quede como una cremita.
Añadimos la bechamel a la
berenjena y dejamos enfriar.
Lo suyo es dejarlo en la nevera
toda la noche tapado con papel fil transparente, ya que eso ayudará a que
espese más la masa y sea más manejable a la hora de dar forma a nuestras
croquetas.
Disponemos 3 cuencos con la
harina, la leche y el pan rallado.
Iremos cogiendo con una cuchara
trocitos de masa y dando forma con las manos, después las pasaremos primero por
harina, luego por la leche y por último por el pan rallado.
Las freiremos en abundante aceite
caliente y las iremos colocando sobre papel absorbente para retirar el exceso
de aceite.
Sólo queda
disfrutarlas!! Espero
que os haya gustado. Besosssss
Gema
Podéis seguirme también a través de:
•Facebook: Gema Dulce
•Instagram: @dulces_placeres
Comentarios
Publicar un comentario